miércoles, 8 de septiembre de 2010

Amigas.


Hay mujeres a las que vale la pena conocer. Solo con su presencia reconfortan, minimizan problemas. Tengo la suerte de tener a mi alrededor a algunas de ellas. Compañeras de fatigas, que están ahí, ponen el hombro y los kleenex. De las de compartir horas nocturnas hablando, analizando mil conversaciones mantenidas con terceros, diseccionando situaciones, destripando mensajes recibidos. De risas hasta saltarse las lágrimas. De compartir preocupaciones, notas del colegio o costipados de niños. Están siempre presentes aunque pasemos un tiempo sin vernos. De las de tres horas al teléfono. De las que sabes lo que van a decir antes de que lo digan o te acuerdas de ellas al leer un libro o ver una película. Esas con las que los silencio resultan cómodos en su compañia. A las que les he dicho muchas veces " te quiero" y ellas a mi.
Mujeres excepcionales y amigas maravillosas. Esta sonrisa va por vosotras.